Dannelis Montaño

Dannelis Montaño tiene 30 años.

Dannelis vive en una casa de zinc en mal estado, el piso de su casa es de tierra y sus paredes no son seguras. Han tenido que vivir momentos muy difíciles ya que su esposo perdió el trabajo. Ella su esposo y su hijo mayor de 11 años tienen que salir a buscar el alimento dejando a los otros más pequeños solos en

la casa, tristemente el dinero que pueden conseguir no es suficiente, los productos tienen un costo tan elevado que lo que consiguen en un día, solo les alcanza para comer una sola comida. Como gran parte de la población, pasaban todo el día y la noche sin comer. Dannelis nos cuenta que lo más difícil es decirles a sus niños que no hay comida, ella agradece porque sus pequeños entienden la situación y no se quejan, aunque claramente se entristecen.

Dannelis cuida unos cerdos de un vecino y a cambio algunas veces él le da un poco de alimento. Ella con dolor y tristeza nos relata que algunos días cuando no lograban conseguir nada para alimentarse les ha tocado preparar parte de la comida que le dan a los animales para ellos comer, servir en un plato la comida que ella sabe que es para un animal, le causa dolor en el corazón.

Dorailis nos cuenta que le duele el estómago y la cabeza cuando deja de comer porque simplemente no hay comida, pero mucho más le duele ver a sus hijos llorar de hambre y aunque trata de ser fuerte con una notable tristeza en su rostro confiesa que: “Una madre por amor hace muchas cosas, incluso cosas que nunca imaginó” y aunque con lo que recibió pudo llevar algo a su casa, la otra crisis que la acompañó fue mental, sintió que perdió su valor como mujer, sintió que le bajaron la dignidad, 

“Gracias a todas las personas que han apoyado para que en nuestra casa haya alimento, Dios los siga bendiciendo grandemente, el Señor está obrando mediante ustedes. Estoy muy agradecida, de verdad le he visto mejoría a mis hijos y ellos comen muy felices”

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